Por Jose Alberto Ortega Garrido
El capital más importante que tienen las empresas u organizaciones, son las personas que conforman la misma. Es de suma importancia, que las empresas cuenten con programas de “Bienestar Organizacional”, ya que los trabajadores pasan la mayor parte de su tiempo en sus trabajos, por lo que la empresa donde trabaja puede favorecer un “ambiente promotor de salud” o un “ambiente promotor de enfermedad”.
Los programas de Bienestar Organizacional tienen la posibilidad de llegar a una proporción importante de trabajadores adultos. Además, son un medio efectivo de promocionar hábitos alimentarios saludables y la actividad física regular, por lo que deben dedicarse esfuerzos a su uso con el fin de mejorar los hábitos de alimentación y de actividad física de la población trabajadora, menciona el artículo de la OMS Prevención de las enfermedades no transmisibles en el lugar de trabajo a través del régimen alimentario y la actividad física.
En el lugar de trabajo se pueden fomentar conductas saludables a través de varios niveles de influencia. Éstas pueden variar desde la acción directa, como educar para la salud, aumentar la disponibilidad de alimentos saludables e incrementar las oportunidades de realizar actividad física, a la acción indirecta, como el fomento del apoyo socia, las normas sociales y la promoción de conductas saludables.
Los beneficios son multiples y se cuantifican como un “ganar ganar” ya que, al tener un programa de bienestar organizacional en la agenda de la empresa:
Los programas de Bienestar Organizacional tienen la posibilidad de llegar a una proporción importante de trabajadores adultos. Además, son un medio efectivo de promocionar hábitos alimentarios saludables y la actividad física regular, por lo que deben dedicarse esfuerzos a su uso con el fin de mejorar los hábitos de alimentación y de actividad física de la población trabajadora, menciona el artículo de la OMS Prevención de las enfermedades no transmisibles en el lugar de trabajo a través del régimen alimentario y la actividad física.
En el lugar de trabajo se pueden fomentar conductas saludables a través de varios niveles de influencia. Éstas pueden variar desde la acción directa, como educar para la salud, aumentar la disponibilidad de alimentos saludables e incrementar las oportunidades de realizar actividad física, a la acción indirecta, como el fomento del apoyo socia, las normas sociales y la promoción de conductas saludables.
Los beneficios son multiples y se cuantifican como un “ganar ganar” ya que, al tener un programa de bienestar organizacional en la agenda de la empresa:
- Hay una disminución los costos relacionados con la salud del trabajador tanto de la empresa como del trabajador. Un peso saludable y una alimentación saludable mejoran el estado de nutrición de los trabajadores, lo que disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
- Se mejorar la respuesta hacia el estrés, lo que se traduce en mayor productividad.
- Existe un menor ausentismo laboral, relacionado con la mejoría de la salud.
- Se reduce la ansiedad de los trabajadores.
- Se aumenta la confianza, vitalidad y mejora la autoestima de los trabajadores, lo que puede llegar a reflejarse en la imagen empresarial (de dentro hacia fuera)